Ingredientes para Tortilla de bacalao
- 400 g. de bacalao ya desalado
- 4 huevos XL o 6 huevos medianos
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla o una cebolleta
- Un poco de perejil fresco
- Un poco de aceite de oliva virgen extra para saltear los ingredientes
- Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
Preparación de la base de la tortilla de bacalao
- Os aconsejo que antes de empezar con la receta os leáis cómo desalar bacalao.
- Ahí tenéis todos los consejos para que la receta os salga de 10 puntos. Aún así aquí tenéis un pequeño resumen.
- Vamos a cocinar el bacalao ligeramente, mediante un pequeño escaldado, que nos va a permitir luego desmigarlo con facilidad.
- En un cazo ponemos agua a calentar y echamos nuestro pedazo de lomo de bacalao.
- Siempre con la piel hacia arriba y cubierto por un dedo de agua. Cuando comiencen los primeros borbotones retiramos del fuego y dejamos que atempere.
- Picamos el ajo bien fino, la cebolla en juliana y el pimiento en bastones del mismo tamaño. En una sartén amplia, vertemos aceite de oliva y sofreímos el ajo picado.
- En cuanto comience a “bailar” (moverse sobre el aceite), añadimos el pimiento y cocinamos unos 5 minutos a fuego medio. Es una verdura más “dura” que la cebolla y necesita más tiempo.
- Añadimos después la cebolla, salamos al gusto, y dejamos que poche todo junto a fuego medio 10 minutos más.
- Mientras se cocinan las verduras retiramos el bacalao del agua y comenzamos a separar la piel y las espinas, saldrán con mucha facilidad.
- Nos quedaremos con las lascas de bacalao, que desmenuzamos en pequeños trozos para que luego podamos comerlos perfectamente de un bocado.
Preparación de la tortilla de bacalao
- Una vez pochadas las verduras, añadimos el bacalao y rehogamos el conjunto 3-4 minutos. Picamos fino el perejil fresco y espolvoreamos por encima.
- Batimos los huevos y los salamos ligeramente (una pizca bastará). Los echamos a la sartén y dejamos que se vaya cuajando a fuego medio.
- Vamos plegando la tortilla sobre sí misma, como si preparásemos una tortilla francesa.
- La cocinamos por ambos lados y la retiramos cuando adquiera el punto que más nos guste, más o menos cuajada. Mi recomendación es que no la paséis demasiado, se disfruta más de ella si está bien tierna.
- Con cuidado, la pasamos a un plato o fuente y está lista para degustar. Podéis acompañarla de la ensalada que más os apetezca, por ejemplo una de brotes tiernos de canónigos y rúcula.
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