jueves, 2 de septiembre de 2021

Solomillo a la pimienta

Ingredientes: 800 g de solomillo de cerdo (cortado en medallones de unos 3 cm) 300 ml de caldo de carne 50 g de chalota picada muy fina 2 cucharadas de pimienta verde 2 cucharadas de brandy 200 ml de nata para cocinar Sal Aceite de oliva Mantequilla Cómo preparar un solomillo a la pimienta: Empezamos calentando el caldo de carne hasta que reduzca. Para que te hagas una idea, debe quedar como la mitad, para que todos los sabores se concentren mucho mejor. Mientras reducimos el caldo, ponemos el horno en marcha, de esta manera estará listo cuando tengamos que añadir nuestro solomillo. Preparamos los medallones de cerdo, los salpimentamos ligeramente. Los sellaremos en una sartén con aceite de oliva. Disponemos la sartén con un chorrito de aceite de oliva. Pondremos los medallones por todos los lados, los iremos dorando poco a poco. Con este sistema conseguimos que la pieza se sellé. Los jugos del cerdo se quedarán en su interior, dando lugar a un bocado tierno y delicioso. Una vez el solomillo esté sellado, lo pondremos en una bandeja para horno y lo introduciremos a una temperatura de unos 180º para que se termine de cocinar. Es importante que tengamos el horno precalentado para que no pierda nada de consistencia, pasa del fuego de la sartén al fuego del horno. En la sartén en la que hemos sellado el cerdo, aprovecharemos la grasa y el sabor que han soltado los medallones. Se le añade una cucharada de mantequilla y un poco más de aceite. A continuación, pondremos la chalota picada muy fina. La doraremos hasta que quede tierna, puede tardar un par de minutos. Llaga el momento de añadir el brandy para recuperar todos los sabores del solomillo y mover la grasa del cerdo de la sartén. Junto con la pimienta. Sacamos el cerdo del horno, aprovechamos el jugo que ha soltado al calentarlo y también añadimos la nata. De esta forma conseguiremos una salsa ligada y con mucho sabor. En un par de minutos tendremos la densidad necesaria para servir el plato. Finalmente, disponemos el solomillo de cerco en platos individuales. Podemos incorporar directamente la salsa o ponerla en una salsera. Hay gente que prefiere servirse ellos mismos la cantidad necesaria. Podemos acompañar este plato con unas patatas o para los más atrevidos con unas berenjenas con miel, la combinación de sabores es exquisita.

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